Emoción del 1 al 10

Se trata de un juego teatral adecuado tanto para tomar conciencia de que la expresión es una cuestión de grados, como para aprender a manejar la intensidad que le ponemos a cada gesto.
Nos colocamos por parejas, frente a frente para focalizar en el rostro del otro. Elegimos una expresión para ir mostrándola lentamente, desde el mínimo a la máxima potencia. Es decir, miedo de 1, miedo de 3, miedo de 7 hasta revelar facial y corporalmente el 10.
Es preciso hacerlo muy gradual, para percibir en qué momento nosotros consideramos que sobreactuamos y cuál es la intensidad típica con la que solemos sentirnos cómodos.
Podemos hacer el mismo ejercicio con los estados de preocupación, sorpresa, asco, incomodidad, desconfianza, alegría, seducción, etc.
Otra modalidad de este juego es pasar de una emoción de 10 a una emoción contraria (o la misma en 0), con el objeto de aprender a recuperarnos de determinados estados rápidamente, y gobernar nuestro cuerpo según la situación lo requiera. Ahí van ideas para experimentar esto:
-De susto a tranquilidad.
-Pasar de eufórico a alegre.
-De contener las ganas de orinar a la relajación de la micción.
-De alarma a fuera de peligro.
¡¡¡Vamos a jugarlo!!!